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LA VALORACIÓN FUNCIONAL: FMS™

Una de las baterías para valorar y evaluar la calidad del movimiento global más utilizadas por los profesionales del deporte debido a su excelente fiabilidad según el metaanálisis realizado por Bonazza, Smuin, Onks, Silvis, & Dhawan (2017), es el Functional Movement Screen (FMS)™. El FMS™, es una herramienta de valoración que permite evaluar los aspectos fundamentales de los patrones de movimiento de un individuo (Cook, 2001; Cook, Burton, Fields, et al. 1999). Se trata de una batería de siete tests o pruebas específicas de movimiento relacionados con la movilidad, estabilidad y equilibrio que pueden detectar la existencia de posibles desequilibrios bilaterales de cada segmento corporal involucrado, aportándonos información del individuo tanto a nivel cualitativo como cuantitativo (Cook, Burton & Hogenboom, 2006), ofreciendo un enfoque diferente para la prevención de lesiones y previsibilidad del rendimiento (Bardenett et al., 2015), además de ser capaz de establecer perfiles y comparaciones entre individuos del mismo deporte o de diferentes deportes. Cuando es utilizado como parte de una evaluación integral, el FMS™ nos aportará recomendaciones tanto individuales como específicas para poder pautar protocolos más individualizados. Se trata de un método simple y cuantificable de evaluación de patrones fundamentales de movimiento. Además de ser una batería formada por pruebas sencillas, que no requiere mucho tiempo y espacio, y que necesita poco material y fácil de encontrar.

En cuanto a los materiales, para realizar las pruebas o tests de FMS™ son necesarios unos materiales concretos para casi todos los test. Estos materiales pueden conseguirse fácilmente, aunque FMS™ tiene una gama de materiales propios de la marca para llevarlos a cabo. Estos materiales son los siguientes:

  • Pica o bastón de 1,23 metros
  • Placa o plataforma de 5 x 15 cm
  • Valla de altura adaptable

Aunque estos materiales tienen unas medidas concretas, podemos utilizar otros materiales más comunes que no sean los que FMS™ oferta para su uso durante las pruebas, siempre y cuando cumplan con dichos requisitos métricos de forma aproximada.

Antes de presentar las pruebas debemos conocer su sistema de puntuación. Los autores de FMS™ (Cook, Burton, Hogenboom & Voight,  2014) establecieron un sistema de puntuación que consta de cuatro posibilidades discretas. Las puntuaciones varían de cero a tres, siendo tres la mejor puntuación posible. Los cuatro puntos básicos son bastante simples:

  • La puntuación de cero (0): Si el individuo en cualquier momento durante la prueba tiene dolor en cualquier parte del cuerpo. Si el dolor ocurre, se da una puntuación de cero y se anota el área dolorosa. Esta puntuación requiere una evaluación adicional por parte del profesional, y un sistema alternativo de evaluación del movimiento funcional desarrollado para pacientes con discapacidad, lesión o dolor conocido se denomina Evaluación del movimiento funcional selectivo (SFMA).
  • La puntación de uno (1): Si el individuo no siente dolor, pero no puede completar el patrón de movimiento o no puede asumir la posición para realizar el movimiento.
  • La puntuación de dos (2): Si el individuo es capaz de completar el movimiento, pero debe compensar de alguna manera para realizar el movimiento fundamental.
  • La puntuación de tres (3): Si el individuo realiza el movimiento correctamente sin ninguna compensación, cumpliendo con las expectativas del movimiento estándar asociadas con cada prueba.

Deben anotarse comentarios específicos que describan por qué no se obtuvo una puntuación de tres. La mayoría de las pruebas del FMS™, examinan tanto el lado derecho como el izquierdo de cada segmento apendicular, y es importante que se califiquen ambos lados. La puntuación más baja de los dos lados se registra y se cuenta para el total; sin embargo, es importante anotar los desequilibrios que están presentes entre los lados derecho e izquierdo. La puntuación total más alta que se puede obtener en el FMS™ es de veintiuno (21). Cabe señalar que la detección de movimiento no se trata de determinar si alguien se está moviendo «perfectamente», se trata de si una persona puede moverse por encima de un estándar mínimo establecido. La puntuación sirve para informar al profesional de cuándo un individuo necesita mayor individualización en sus protocolos de entrenamientos debido a los resultados desfavorables que ha  podido obtener de su evaluación. La evaluación del movimiento se trata de observar una serie de movimientos concretos y crear un “perfil de movimiento” de lo que una persona puede y no puede hacer. Es fundamental que los profesionales de la rehabilitación analicen el movimiento antes de intentar realizar pruebas específicas deportivas o prescribir ejercicios. Aquí tenemos un modelo de «Hoja de evaluación»:

 

En primer lugar, tenemos la prueba de “Overhead Squat” o “Sentadilla Profunda”. La “Sentadilla Profunda” es un movimiento necesario en la mayoría de disciplinas deportivas, es un movimiento básico que se requiere para la mayoría de los movimientos de fuerza que involucran las extremidades inferiores. La sentadilla profunda es una prueba que desafía la biomecánica total del cuerpo cuando se realiza correctamente. Esta prueba permite evaluar la movilidad funcional bilateral y simétrica de las caderas, las rodillas y los tobillos. Se debe sujetar una pica sostenida y paralela sobre la cabeza para evaluar la movilidad bilateral y simétrica de los hombros y la columna torácica, así como la estabilidad y el control motor de la musculatura central (CORE o complejo lumbo-pélvico).

  • Descripción: El individuo asume la posición inicial colocando los pies separados aproximadamente a la anchura de los hombros y alineados en el plano sagital. Luego, el individuo ajusta sus manos en la pica para asumir un ángulo de 90 grados (°) de los codos con la pica sobre la cabeza. A continuación, se realiza una flexión y abducción de hombros, y los codos se extienden hacia la vertical, de modo que la pica quede directamente sobre la cabeza. Después, se le indica al individuo que descienda lo más que pueda hacia una posición de “cuclillas” mientras mantiene el torso erguido, manteniendo los talones en el suelo y la pica en la misma posición. Se debe mantener la posición descendida mientras cuenta hasta un segundo y, luego regresar a la posición inicial. Se pueden realizar hasta tres repeticiones. Si no se logra el criterio para una puntuación de «3», se le pide al atleta que realice la prueba con sobre una plataforma elevada debajo de los talones para facilitar el movimiento.

La capacidad de realizar la Sentadilla Profunda requiere una cadena cinética cerrada de dorsiflexión de los tobillos, flexión de los rodillas y caderas, extensión de la columna torácica, y flexión y abducción de los hombros. La prueba también desafía la capacidad de controlar el cuerpo utilizando la musculatura central o CORE. El bajo rendimiento de esta prueba puede ser por varios factores:

  • Una movilidad limitada en la parte superior del torso que se puede atribuir a una mala movilidad de la columna glenohumeral y torácica.
  • Una movilidad limitada en las extremidades inferiores, incluida la mala flexión dorsal de la cadena cinética cerrada de los tobillos o la mala flexión de las caderas,
  • La capacidad/control motor de la zona media o CORE también puede afectar el rendimiento de la prueba y, por consiguiente, esa transferencia de fuerza a los segmentos apendiculares no termina de darse en las mejores condiciones.
  • Hipotonía en las musculaturas implicadas o desequilibrios musculares y/o tendino-ligamentosos de las articulaciones involucradas.

¿Cuáles son los requisitos para puntuar más o menos en esta prueba?

 

En segundo lugar, tenemos la prueba de “Hurdle Step” o “Paso de Valla”. El “Paso de Valla” está diseñado para desafiar la biomecánica adecuada durante un movimiento unilateral del paso de la valla o una simulación de un “pedaleo”. El movimiento requiere una coordinación adecuada y estabilidad entre las caderas y el torso durante el movimiento del paso, así como la habilidad de apoyar una sola pierna. El “Paso de Valla” evalúa la movilidad funcional bilateral y la estabilidad de las caderas, las rodillas y los tobillos.

  • Descripción: El individuo asume la posición inicial colocando primero los pies juntos y alineando los dedos tocando la base de la valla (si la tuviera, en caso de no tener base, tendría que ubicarse justo debajo). Luego, la altura de la valla se ajusta a la altura de la tuberosidad tibial del atleta (zona de inserción del tendón rotuliano). El individuo antes de iniciar el movimiento, debe agarrar con ambas manos la pica y colocársela detrás del cuello y sobre los hombros. Luego, se le pide al individuo que mantenga una postura erguida y pase por encima del obstáculo, levantando el pie hacia la espinilla y manteniendo la alineación entre el pie, la rodilla y la cadera, hasta descenderlo y tocar el suelo con el talón, sin dejar el peso caer, mientras mantiene la pierna de apoyo en una posición extendida. Luego, la pierna en movimiento se devuelve a la posición inicial. El movimiento debe realizarse lentamente y hasta tres veces bilateralmente. Si una repetición se completa bilateralmente cumpliendo con los criterios proporcionados, se otorga un «3».

La realización de la prueba del “Paso de valla” requiere la estabilidad de la pierna de apoyo del tobillo, la rodilla y la cadera, así como una extensión máxima de la cadena cinética cerrada de la cadera. Esta prueba también requiere la flexión dorsal, con cadena cinética abierta de la pierna del paso del tobillo y la flexión de la rodilla y cadera. Además, el individuo también debe mostrar un equilibrio adecuado, porque la prueba impone la necesidad de estabilidad dinámica. El bajo rendimiento durante esta prueba puede ser por varios factores:

  • Una mala estabilidad de la pierna de apoyo o a una mala movilidad de la pierna de paso.
  • Imponer la flexión máxima de la cadera de una pierna mientras se mantiene la extensión de la cadera de la pierna opuesta requiere que el atleta demuestre una movilidad asimétrica bilateral relativa de la cadera.

La documentación clínica de estas limitaciones se puede obtener mediante el uso de medidas goniométricas estándar de las articulaciones, así como pruebas de flexibilidad muscular como la prueba de “Thomas” o la prueba de “Kendall” para la rigidez de los flexores de la cadera.

¿Cuáles son los requisitos para puntuar más o menos en esta prueba?

 

En tercer lugar, tenemos la prueba de “In Line Lunge” o “Zancada en línea”. La prueba “In Line Lunge”, se trata de realizar un movimiento intentando colocar el cuerpo en una posición que se enfocará en las tensiones simuladas durante los movimientos de rotación, desaceleración y de tipo lateral. Es una prueba en la que el individuo, coloca las extremidades inferiores en una posición estilo “zancada”, imponiendo sobre base de apoyo estrecha, que desafía al tronco y las extremidades a resistir la rotación y mantener una alineación adecuada. Esta prueba también evalúa la movilidad y estabilidad de la cadera y el tobillo, la flexibilidad del cuádriceps y la estabilidad de la rodilla.

  • Descripción: El evaluador obtiene la longitud de la tibia del individuo, ya sea midiéndola desde el piso hasta la tuberosidad tibial o adquiriéndola desde la altura de la cuerda durante la prueba anterior del “Hurdle Step”. Luego se le pide al individuo que coloque el extremo de su talón en el extremo de la tabla o, también se podría realizar una cinta métrica pegada al piso. Luego, el individuo da un paso sobre la tabla o cinta métrica en el piso colocando el talón del pie opuesto en la marca indicada y los pies situados totalmente planos en el suelo. Ambos dedos de los pies deben apuntar hacia adelante y en contacto con la superficie en cuestión. Por último, el individuo deberá agarrar una pica con ambas manos posándola pegada a la columna vertebral (La mano opuesta al pie delantero debe ser la mano que agarra la espiga en la columna cervical y la otra por la columna lumbar). La prueba da comienzo cuando el individuo baja la rodilla trasera lo suficiente como para tocar la superficie detrás del talón del pie delantero, mientras mantiene una postura erguida, y luego regresa a la posición inicial. La prueba debe realizarse hasta tres veces bilateralmente de forma lenta y controlada. Seguidamente se aplica la medida tibial anterior desde la punta de los dedos del pie sobre la tabla y se hace una marca.

La capacidad de realizar la prueba “In Line Lunge”, requiere la estabilidad de la pierna de apoyo del tobillo, la rodilla y la cadera, así como una abducción de cadera de cadena cinética cerrada controlada. También requiere la movilidad de la pierna escalonada, en cuanto a la abducción de la cadera, la dorsiflexión del tobillo y la flexibilidad del recto femoral. El atleta también debe mostrar un equilibrio adecuado debido a la tensión lateral impuesta (trabajo neuromotor).

El bajo rendimiento durante esta prueba puede ser por varios factores:

  • Una movilidad de la cadera limitada tanto en la pierna de apoyo como en la pierna escalonada.
  • Falta de estabilidad de la rodilla o el tobillo de la pierna apoyada.
  • Desequilibrio entre la debilidad relativa de los aductores y la rigidez de los abductores.
  • Debilidad o hipotonía de los abductores.
  • La tensión de los aductores en una o ambas caderas pueden provocar un rendimiento deficiente en la prueba.
  • También pueden existir limitaciones en la región de la columna torácica, lo que puede impedir que el atleta realice la prueba correctamente.

La documentación clínica de estas limitaciones se puede obtener utilizando medidas goniométricas estándar de las articulaciones, así como pruebas de flexibilidad muscular como la prueba de “Thomas” o la prueba de “Kendall” para la rigidez de los flexores de la cadera.

¿Cuáles son los requisitos para puntuar más o menos en esta prueba?

 

En cuarto lugar, tenemos la prueba de “Shoulder Mobility” o “Movilidad de Hombro”. Esta prueba evalúa el rango de movimiento bilateral y recíproco del hombro, combinando la rotación interna con la aducción de un hombro y la rotación externa con la abducción del otro. La prueba también requiere movilidad escapular normal y extensión de la columna torácica.

  • Descripción: El examinador primero determinará la longitud de la mano midiendo la distancia desde el pliegue distal de la muñeca hasta la punta del tercer dedo en pulgadas. Luego se le indica al individuo que haga un “puño” con cada mano, colocando el pulgar dentro del puño. Luego se les pide que adopten una posición de máxima aducción, extensión y rotación interna con un hombro y una posición de máxima abducción, flexión y rotación externa con el otro. Durante la prueba, las manos deben permanecer en “puño” cerrado y los puños deben colocarse sobre la espalda con un movimiento suave. Luego, el evaluador mide la distancia entre las prominencias óseas más cercanas. La prueba debe realizarse hasta tres veces bilateralmente y, se cogerá la marca que obtenga la menor distancia en las prominencias (mejor marca).

Un rendimiento deficiente durante esta prueba puede ser por varias causas:

  • El aumento de la rotación externa se obtiene a expensas de la rotación interna en los atletas de lanzamiento por encima de la cabeza.
  • Un desarrollo excesivo y el acortamiento de los músculos -pectoral menor – o -dorsal ancho- pueden causar alteraciones posturales que incluyen hombros redondeados o hacia adelante (antepulsión de hombros).
  • Una disfunción escapulo-torácica puede estar presente, lo que resulta en una disminución de movilidad secundaria a mala movilidad de la misma.

La documentación clínica de estas limitaciones se puede obtener mediante el uso de medidas goniométricas estándar de las articulaciones, así como pruebas de flexibilidad muscular, como la prueba de Kendall para pectoral menor y dorsal ancho, o las pruebas de Sahrmann para la rigidez de los rotadores del hombro.

¿Cuáles son los requisitos para puntuar más o menos en esta prueba?

Por otro lado, debe realizarse un examen de compensación. El examen de compensación se hace al final de la prueba de movilidad del hombro. Este movimiento no se puntúa; más bien se realiza para observar una respuesta al dolor. Si se produce dolor, una puntuación de cero (0), como se muestra en la siguiente imagen. El examen de compensación es necesario porque el pinzamiento del hombro puede pasar desapercibido sólo con la prueba de movilidad del hombro. El individuo coloca su mano en el hombro opuesto y luego intenta apuntar el codo hacia arriba. Si hay dolor asociado con este movimiento, se registra un positivo (+) en la hoja de puntuación además de una puntuación de cero. Se recomienda realizar una evaluación exhaustiva del complejo del hombro, y debe realizarse de forma bilateral. A

En quinto lugar, tenemos la prueba de “Active Straight Leg Raise (ASLR)” o “Elevación Activa de la Pierna”. El “ASLR” prueba la capacidad de disociar la extremidad inferior del tronco mientras se mantiene la estabilidad en el torso, además de la flexibilidad activa de los isquiotibiales y de los gastrocnemios y los sóleos, mientras se mantiene estable la pelvis y/o zona media, y la extensión activa de la pierna opuesta.

  • Descripción: El individuo primero asume la posición inicial acostándose en decúbito supino con los brazos en posición anatómica, las piernas sobre la plataforma y la cabeza apoyada en el piso. Luego, el examinador identifica el punto medio entre la espina ilíaca anterosuperior (ASIS) y el punto medio de la rótula de la pierna ubicado en el piso, y se coloca una pica con cinta métrica en esta posición, perpendicular al suelo. A continuación, se le indica al individuo que levante lentamente la pierna de prueba con el tobillo en flexión dorsal y la rodilla extendida. Durante la prueba, la rodilla opuesta (la pierna de abajo) debe permanecer en contacto con el suelo y los dedos de los pies apuntando hacia arriba, y la cabeza en contacto con el suelo. Una vez que se logra la posición de rango final, observe la posición del tobillo hacia arriba en relación con la extremidad que no se mueve. Si el maléolo no pasa la pica, el examinador deberá moverla hasta contactar con la tabla, para igualarla con el maléolo de la pierna de apoyo y calificar según los criterios.

La capacidad de realizar la prueba ASLR requiere una flexibilidad funcional de los isquiotibiales, los glúteos y la banda iliotibial, todos los cuales son necesarios para tener un rendimiento óptimo en el entrenamiento y la competición. Esto es diferente de la flexibilidad pasiva, que se evalúa más comúnmente. También se requiere que el individuo demuestre una movilidad adecuada de la cadera de la pierna opuesta y estabilidad pélvica y/o zona media (CORE).

El bajo rendimiento durante esta prueba puede ser por varios factores:

  • Carecer de flexibilidad funcional de los isquiotibiales.
  • Una movilidad inadecuada de la cadera opuesta, derivada de la mala flexibilidad del psoas ilíaco asociada con una pelvis inclinada anteriormente (anteversión pélvica).
  • Combinación de estos factores demostrará la movilidad de cadera asimétrica bilateral relativa de un atleta.

Al igual que la prueba del “Hurdle Step”, la prueba ASLR revela la movilidad relativa de la cadera. Sin embargo, esta prueba es más específica a las limitaciones impuestas por los músculos de los isquiotibiales y el psoas ilíaco. La documentación clínica de las limitaciones se puede obtener usando la prueba de “Sit and Reach” de Kendall, o la “90-90 Active Straight Leg Raise Test” para la flexibilidad de los isquiotibiales.

¿Cuáles son los requisitos para puntuar más o menos en esta prueba?

 

Por sexto lugar, tenemos la prueba de “Trunk Stability Push-Up” o “Flexión de Brazos Estable para el Tronco”. Esta prueba, evalúa la capacidad de estabilizar la zona media (CORE) y la columna vertebral en un plano anterior y posterior durante un movimiento de cadena cerrada de la parte superior del cuerpo. La prueba evalúa la estabilidad del tronco en el plano sagital mientras se realiza un movimiento simétrico de flexión de las extremidades superiores.

  • Descripción: El individuo se ubica en una posición de tendido-prono con los pies juntos. Las manos se colocan separadas a la anchura de los hombros en la posición adecuada según los criterios descritos. Durante esta prueba, hombres y mujeres tienen diferentes posiciones iniciales de los brazos. Los hombres comienzan con los pulgares en la parte superior de la frente, mientras que las mujeres comienzan con los pulgares a la altura de la barbilla. Las rodillas están completamente extendidas y los tobillos en flexión dorsal. Se le pide al individuo que realice una extensión de codos en esta posición. El cuerpo debe levantarse como una unidad; no debe ocurrir ningún «retraso» (o arco) en la columna lumbar al realizar el movimiento. Si el individuo no puede realizar una flexión de brazos en esta posición, los pulgares se mueven a la siguiente posición más fácil, es decir, al nivel de la barbilla para los hombres y al nivel de los hombros para las mujeres, y se intenta nuevamente la flexión de brazos. La flexión de estabilidad del tronco se puede realizar un máximo de tres veces.

La capacidad de realizar “Trunk Stability Push-Up” requiere una estabilidad simétrica del tronco en el plano sagital durante un movimiento simétrico de las extremidades superiores. Muchas actividades funcionales en el deporte requieren que los estabilizadores del tronco transfieran la fuerza simétricamente desde las extremidades superiores a las extremidades inferiores y viceversa. Movimientos como el rebote en el baloncesto, el bloqueo por encima de la cabeza en el voleibol o el control de pases en el fútbol son ejemplos comunes de este tipo de transferencia de energía. Si el tronco no tiene la estabilidad adecuada durante estas actividades, la energía cinética se dispersará y dará lugar a un rendimiento funcional deficiente, así como a la posibilidad de lesiones microtraumáticas. Por lo tanto, el bajo rendimiento de esta prueba va a originarse comúnmente por la mala estabilidad de los estabilizadores del tronco/pelvis (CORE). Las limitaciones se pueden obtener mediante el uso de pruebas como la de Kendall, Richardson,  Sahrmann para la fuerza abdominal profunda y superficial tanto la parte superior como inferior del abdomen.

¿Cuáles son los requisitos para puntuar más o menos en esta prueba?

Por otro lado, debe realizarse un examen de compensación al final de la prueba de flexión de la estabilidad del tronco. Este movimiento no se puntúa; la prueba simplemente se realiza para observar una respuesta al dolor. Si se produce dolor, se registra positivo en la hoja de puntuación y se da una puntuación de cero (0) a la prueba. Este examen de comprobación es necesario, porque el dolor de espalda puede pasar desapercibido durante la evaluación del movimiento. La representación del examen de compensación corresponde con la imagen anterior en la representación «E».

 

Por último y séptimo lugar, la prueba “Rotary Stability” o “Estabilidad Rotatoria”.  Esta prueba consiste en un movimiento complejo que requiere una coordinación neuromuscular adecuada y transferencia de energía de un segmento del cuerpo a otro a través del torso. La prueba de “Estabilidad Rotatoria” evalúa la estabilidad del tronco en varios planos durante un movimiento combinado de las extremidades superiores e inferiores.

  • Descripción: El individuo asume la posición inicial en cuadrupedia, sus hombros y caderas en ángulos de 90 grados (°), en relación con el torso, con la tabla de 5 x 15 (cm) entre sus manos y rodillas. Las rodillas se colocan a 90 grados (°) y los tobillos deben estar flexionados. Luego, el individuo flexiona el hombro y extiende la cadera y la rodilla del mismo lado. La pierna y la mano solo se elevan lo suficiente despegando del piso aproximadamente 15 cm. Luego se extiende el mismo hombro y se flexiona la rodilla lo suficiente para que el codo y la rodilla se toquen. Esto se realiza bilateralmente, hasta tres intentos de cada lado. Si el individuo no puede completar esta maniobra (puntuación de «3»), entonces se le indica que realice un patrón diagonal utilizando el hombro y la cadera opuestos de la misma manera que se describe para la prueba anterior.

La capacidad para realizar la prueba de “Estabilidad Rotatoria” requiere una estabilidad asimétrica del tronco en los planos sagital y transversal durante el movimiento asimétrico de las extremidades superiores e inferiores. Muchas actividades funcionales en el deporte requieren que los estabilizadores del tronco transfieran la fuerza de forma asimétrica desde las extremidades inferiores a las superiores y viceversa. La habilidad de cambiar de ritmo a alta velocidad durante la carrera, como puede darse en el atletismo o el fútbol, son ejemplos comunes de este tipo de transferencia de energía. Si el tronco no tiene la estabilidad adecuada durante estas actividades, la energía cinética se dispersará (se perderá), lo que provocará un desempeño deficiente y un mayor potencial de lesiones. Al igual que la prueba anterior, el bajo rendimiento de esta prueba también se debe a la mala estabilidad de los estabilizadores del tronco/pelvis (CORE), además de coincidir con la documentación clínica de las limitaciones de dicha prueba con la anterior en el uso de las mismas pruebas para observar la aplicación de fuerza abdominal profunda y superficial tanto de la parte superior y de la inferior.

¿Cuáles son los requisitos para puntuar más o menos en esta prueba?

Por otro lado, junto con otras pruebas, la “Rotatory Stability” también preciso de examen de compensación y/o comprobación al final de la prueba. Este movimiento no se puntúa; se realiza para observar una respuesta al dolor. Si se produce dolor, se registra un positivo en la hoja de puntuación y se da una puntuación de cero a la prueba. Esta prueba de detección es necesaria porque el dolor de espalda, a veces, puede pasar desapercibido en la detección del movimiento. La representación del examen de compensación corresponde con la siguiente imagen:

 

Conclusiones desde el punto de vista deportivo

En primer lugar, los autores creen que aunque el individuo obtenga una buena puntuación (dentro de las normas) en el FMS™, no es suficiente y el individuo aún puede estar en riesgo de lesionarse debido a varios factores que incluyen, entre otros, mala mecánica de aterrizaje, fuerza, resistencia, agilidad o déficits de energía. Además, las evaluaciones de rendimiento ejecutadas a ciertas demandas y velocidades específicas del deporte difieren sustancialmente de las realizadas durante los movimientos fundamentales que componen el FMS™. Pero si ha obtenido una puntuación dentro de las normas establecidas (competencia de movimiento demostrada), es probable que posea la capacidad de movimiento fundamental para mejorar esas medidas de rendimiento a un nivel superior para la competición. Sin embargo, el FMS™, no mide algunas capacidades físicas específicas como por ejemplo, la potencia, la resistencia, el cambio de dirección y otras construcciones funcionales no se incluyen en esta evaluación. Por ello, los creadores del FMS™ son plenamente conscientes de esta limitación y abogan por la inclusión de otras pruebas específicas del deporte para completar la evaluación de cara a planificar la preparación para competir o regresar a la competición.

Por consiguiente, la competencia óptima del movimiento simplemente significa que el sistema de movimiento está funcionando de manera competente y que existe una base sólida sobre la cual, construir el rendimiento. En presencia de competencia de movimiento, deberían ocurrir adaptaciones positivas relacionadas con el entrenamiento. Considerando que, en los casos de disfunción del movimiento (limitaciones en la movilidad, la estabilidad y control motor), el mismo estrés podría causar un riesgo innecesario o, como mínimo, tiempo de ejercicio desperdiciado sin los beneficios asociados de esa inversión. La capacidad de movimiento o capacidad física es donde las deficiencias son comunes. Por ejemplo, un atleta muestra competencia de movimiento pero tiene una resistencia (capacidad) extremadamente baja, lo que puede explicarse por la falta de entrenamiento. Este ejemplo también es aplicable a la disminución de la fuerza. Cabe señalar que, con respecto a la fuerza, es más relevante comparar a un individuo con una norma o expectativa específica de edad, género o genética. Las comparaciones específicas de edad y género son la mejor manera de examinar las deficiencias específicas relacionadas con la potencia, resistencia, velocidad, agilidad y rapidez. Cuando se examina el movimiento en relación con estas tres categorías, el pensamiento sobre la utilidad de del FMS™ se hace evidente. El FMS™, puede alertar a un profesional del deporte sobre problemas de salud artromuscular y problemas de calidad del movimiento, para la pauta y el diseño de programas de entrenamiento individuales adecuados a las necesidades del individuo.

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:

  • Bardenett, S. M., Micca, J. J., De Noyelles, J. T., Miller, S. D., Jenk, D. T., & Brooks, G. S. (2015). Functional movement screen normative values and validity in high school athletes: Can the fms™ be used as a predictor of injury? International Journal of Sports Physical Therapy, 10(3), 303–308.
  • Bonazza, N. A., Smuin, D., Onks, C. A., Silvis, M. L. & Dhawan, A. (2017). Reliability, validity, and injury predictive value of the functional movement screen: a systematic review and meta-analysis. The American Journal of Sports Medicine, 45(3), 725-732
  • Cook G (2001). Baseline sports-fitness testing. In Foran B, ed. High Performance Sports Conditioning. Champaign: Human Kinetics.
  • Cook G, Burton L, Fields K, et al. Functional movement screening: Upper and lower quarter applications. Presented at the Mid-America Athletic Trainer’s Annual Symposium. Sioux Falls, South Dakota; 1999.
  • Cook G, Burton L, & Hoogenboom B. (2006). Pre-participation screening: The use of fundamental movements as an assessment of function – Part 1. North American journal of sports physical therapy (NAJSPT) 1(2):62-72.
  • Cook G, Burton L, Hoogenboom B. & Voight, M. (2014). Functional Movement Screening: The Use Of Fundamental Movements An Assessment Of Function. The International Journal Of Sports Physical Therapy (IJSPT) 9(3):396-406.
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